30/10/07

PATRONES Y PROBLEMAS DE SUEÑO EN LOS NIÑOS

Durante la vida, tenemos diferentes patrones de sueño que son indispensables para el correcto desarrollo del ser humano. Pero que pasa cuando estos patrones de sueño son alterados, pues de esto hablaremos, por que para los padres es muy frustrante tener que entablar una batalla todas las noches para lograr que su hijo se duerma y que al conseguirlo se despierte durante la noche y no descanse provocando que a la mañana siguiente despierte cansado y de mal humor.
Comenzaremos por mencionar los patrones de sueño del niño desde su primera semana hasta los doce años.

EDAD / HORAS TOTALES DE SUEÑO / HORAS DE SUEÑO DIURNO

1semana / 16.5 / 4

1mes / 15.5 /3.5

3mes / 15 /2.5

6mes / 14.5 /2

9mes /14 /1.5


12mes /13.5 /1.5

18mes /13.5 /1

2años / 13 /.5

3años /12 / .5

4años /11.5 / 0

5años /11 / 0

6años /10 3/4 /0

7años /10.5 /0

8años /10 1/4 /0

9años /10 /0

10años /9 3/4 /0

11años /9.5 / 0

12años /9 1/4 /0


Como podemos observar , las horas de sueño diurno disminuyen hasta que desaparecen puesto que des pues de los 3 años no son indispensables para el desarrollo correcto del niño, así que después de dicha edad es recomendable dejar de obligar al niño a tomar su siesta y que solo duerma en el día cuando el niño crea que lo necesita.
Una de los principales problemas a los que se enfrentan los padres es cuando el niño se rehúsa a dormir a su hora, puesto que los niños pequeños pueden adquirir rutinas elaboradas para posponer el sueño y es probable que les sea difícil conciliarlo.
La hora de dormir puede provocar una forma de ansiedad de separación, por lo cual el niño hará todo lo que pueda para evitarlo. Rutinas regulares y consistentes ayudan al niño a minimizar este problema común.
Es común que los niños deseen una luz encendida o dormir con un jugueteo cobija de su preferencia. Estos objetos transicionales, que suelen utilizarse como compañeros de sueño, ayudan al niño a que pasen la dependencia de la infancia a la independencia de la niñez posterior.
Durante los primeros cuatro años, aproximadamente de 20 a 30% presentan resistencia a dormir hasta por mas de una hora y despiertan a sus padres durante la noche cinco experiencias suelen distinguir a los niños que tienen estos problemas. La primera es dormir en la misma cama que los padres, sencillamente es mas tentador y fácil de despertar a alguien que esta en la misma cama que si esta en la habitación contigua.
Las otras cuatro condiciones indican la presencia de estrés familiar.
Una pesadilla, es un sueño aterrador que generalmente ocurre por dormirse tarde, por comer mucho antes de dormir, o por estar sobre estimulado. Las pesadillas suelen ocurrir cerca de la mañana y con frecuencia se recuerdan vividamente, son bastante comunes especialmente entre las niñas. El 50% de los niños entre los tres y seis años las experimentan, un mal sueño ocasional no debe ser causa de alarma, pero las pesadillas frecuentes o persistentes sobre todo aquellas que provocan en el niño temor y ansiedad durante las horas de vigilia pueden ser señal de un estrés excesivo.
Terror nocturno, el niño que padece un terror nocturno despierta abruptamente de un sueño profundo, en estado de pánico. Es probable que el niño grite y se siente en la cama, respirando rápidamente y con la mirada fija, pero en realidad no esta despierto, se tranquilizará rápidamente y a la mañana siguiente no recordará nada de lo ocurrido. A diferencia de las pesadillas, los terrores nocturnos tienden a presentarse dentro de las primeras horas de sueño y afectan más a los niños que a las niñas suelen iniciarse entre los 4 y los 12 años. Como el sonambulismo, son más comunes entre varones y tienen un patrón dentro de las familias. Los terrores nocturnos alarman más a los padres de los niños y pueden ser, simplemente, el efecto de un sueño muy profundo. Aunque lo prioritario es proteger al niño para que no se lastime, es mejor no interrumpir el sonambulismo ni los terrores nocturnos: las interrupciones pueden confundir y atemorizar más al niño.
Puesto que lo mas importante es ayudar al niño, lo mejor que se puede hacer como padre si su hijo padece alguna de estas alteraciones es informarse adecuadamente sobre ellas para poder sobrellevarlas lo mejor posible y así poder ayudar al niño, pues si se toman mediadas sin conocer el padecimiento o su causa puede provocar mas problemas que beneficios. Ya si su hijo tiene problemas muy persistentes de esta clase es recomendable visitar a su pediatra para descartar cualquier origen fisiológico y luego dirigirse con un terapeuta especializado.


Por David Higuera Olais

1 comentario:

Anónimo dijo...

es muy interesente y el joven david lo explica de una manera facil y entendible